Mantenimiento y asistencia

Gas radón en Canarias: el enemigo invisible que entra por el suelo de tu casa

26/11/2025

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El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) indica que el 19% del territorio canario se encuentra en zona de riesgo alto por gas radón, con Gran Canaria y Tenerife entre las áreas más afectadas. Te explicamos por qué es peligroso y cómo intervenimos desde el pavimento para bloquear su entrada.

¿Qué es el gas radón y por qué debería preocuparte?

El radón es un gas radiactivo natural, incoloro e inodoro, que se genera cuando el uranio del subsuelo se desintegra. No se ve ni se huele, pero puede acumularse en interiores, sobre todo en plantas bajas y sótanos mal ventilados.

La Organización Mundial de la Salud lo considera la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco (la primera entre no fumadores). Por cada 100 Bq/m³ adicionales el riesgo aumenta alrededor de un 16 %, por lo que se recomienda mantener las concentraciones por debajo de 100 Bq/m³ y nunca superar los 300 Bq/m³.

Canarias: un territorio oficialmente en riesgo

Los mapas del CSN y las mediciones del grupo IC-Radón confirman que casi una quinta parte del archipiélago se encuentra en zona de riesgo alto. Gran Canaria y Tenerife destacan por la presencia de municipios prioritarios.

La clave es que el problema no se queda en el mapa. Dos viviendas del mismo barrio pueden registrar valores muy distintos. Incluso si tu municipio no aparece como “zona roja”, tu casa puede superar los límites recomendados si no está protegida frente al subsuelo.

¿Cómo entra el radón en tu vivienda?

El gas asciende desde el terreno y se filtra por microfisuras en soleras y forjados, juntas mal selladas, encuentros pavimento-pared, zonas de humedad o filtración.

Si la vivienda permanece cerrada muchas horas o cuenta con ventilación insuficiente, el radón se acumula. En resumen: si el pavimento no está protegido, el gas tiene vía libre para entrar.

Nuestro caso real: de 65 Bq/m³ a 0*

En Artes Reformas S.L. medimos el radón antes y después de actuar. En una obra reciente partimos de 65 Bq/m³ y, tras la intervención, el valor descendió a 0 Bq/m³* (por debajo del umbral de detección del dispositivo).

Aunque 65 Bq/m³ esté por debajo de ciertos límites, reducir la exposición siempre suma: el riesgo es proporcional a la dosis acumulada a lo largo de los años.

Fase 1 · Impermeabilización técnica del pavimento

1. Preparación del soporte: limpieza, apertura de poros y reparación de fisuras o puntos débiles.

Preparación del soporte: limpieza, apertura de poros y reparación de fisuras o puntos débiles.

2. Aplicación de dos manos de impermeabilizante cementoso para crear una barrera continua frente al agua y los gases.

Aplicación de impermeabilizante cementoso sobre el pavimento para crear una primera barrera continua frente al agua y los gases.

3. Colocación de malla de fibra de vidrio embebida entre las manos para evitar fisuras futuras.

Superficie del pavimento tras la primera mano de impermeabilizante cementoso, con el soporte sellado y listo para la segunda aplicación.

4. Tratamiento perimetral en zócalos (aprox. 10 cm) creando una “cubeta” que impide la entrada por el encuentro suelo-pared.

Tratamiento perimetral en zócalos
Tratamiento perimetral en zócalos, vista detalle

Fase 2 · Colocación del nuevo pavimento

Con la barrera lista, instalamos el nuevo pavimento cerámico sobre el soporte impermeabilizado. Cuidamos juntas y encuentros para mantener la continuidad de la protección y garantizar que el escudo técnico quede oculto bajo el acabado final.

Colocación del nuevo pavimento cerámico imitación mármol sobre el soporte previamente impermeabilizado, utilizando cuñas y niveladores para controlar las juntas y la planeidad.
Vista general del nuevo pavimento cerámico ya colocado sobre la superficie impermeabilizada, con las piezas de gran formato alineadas y juntas continuas en toda la superficie.

Fase 3 · Medición final y comprobación

Repetimos la medición con el mismo dispositivo y en las mismas condiciones. Solo damos la obra por finalizada cuando los resultados demuestran que los niveles han caído de forma significativa.

* “0 Bq/m³” indica valores por debajo del umbral de detección del equipo utilizado, no la ausencia absoluta de radón.

Vista de la habitación tras la reforma, con el nuevo pavimento cerámico imitación mármol terminado y el perímetro rematado, lista para la medición final de radón.
Dispositivo de medición de radón mostrando 0 Bq/m³, 54% de humedad relativa y 26 grados de temperatura tras la intervención en el pavimento.

¿Por qué es importante actuar ahora?

El radón es un carcinógeno tipo 1 reconocido internacionalmente. En España ya existe normativa que obliga a medirlo y reducirlo en numerosos centros de trabajo y edificios públicos.

La combinación tabaco + radón multiplica el riesgo de cáncer de pulmón. Actuar ahora protege la salud, prepara la vivienda para futuras exigencias y aporta valor añadido demostrable.

¿Qué puedes hacer si vives en Canarias?

1. Medir: solicita un dosímetro a programas oficiales como IC-Radón o a empresas acreditadas.

2. Analizar: con los datos en la mano, un profesional determina por dónde entra el gas y qué zonas son críticas.

3. Actuar: impermeabilización técnica, sellado de juntas y, si procede, mejoras de ventilación.

4. Verificar: tras la obra, vuelve a medir para confirmar la reducción.

Conclusión: el radón no se ve, pero sí se puede controlar

Medir, diagnosticar y actuar sobre el pavimento y sus encuentros es una manera efectiva de proteger tu hogar y revalorizarlo.

Si sospechas que tu vivienda puede estar en zona de riesgo o quieres aprovechar una reforma para blindarte frente al radón, podemos ayudarte con una solución a medida y comprobable. Tu suelo puede ser la puerta de entrada del gas… o tu primera línea de defensa.